Francisca Manchego

Tuve una pésima experiencia en el proceso de adaptación de mi guagua de 6 meses en marzo del año 2019, ha pasado harto tiempo pero me costó mucho asumir y darme cuenta que lo que vivió mi guagua fue violencia, que se normalicen ciertos tratos a bebes no quiere decir que no se les esté violentando y no respetando sus debidos tiempos en su etapa de desarrollo. Si recurrí a esta sala cuna fue porque era la opción que me da mi trabajo para cuidar a mi hijo y obviamente necesitaba trabajar. La acción concreta que vivió mi guagua fue que mientras lloraba por HAMBRE la educadora Gisela le metía cucharas de comida en la boca a mi hijo siendo que yo ya le había comentado que el estaba recién comenzando su alimentación complementaria, y era obvio si recién había cumplido sus 6 meses. Todo esto sucedió en un par de minutos y yo lo estaba viendo, le pedí que me entregara a mi guagua que lloraba sin parar con su pecho muy agitado NUNCA había llorado de esa forma, ni siquiera dije nada me fui con mi hijo a llorar al auto y darle pecho … Mientras escribo esta situación, recuerdo todo y me da mucha pena y si me atrevo a contar esta experiencia es porque se que hay muchas mamás que deben entrar a trabajar y necesitan recurrir a una sala cuna y es necesario que tomen esta importante decisión informadas. Sinceramente yo no hice nada contra el jardín ni la educadora porque como mamá primeriza en ese momento sentí que yo tuve la culpa por exponer a mi guagua a esa situación. Estuve 4 días en proceso de adaptación, siempre mirando todo y el trato de todas las educadoras con las guaguas era en base a mucho grito y brusquedad en su trato para sentar a los bebes, entre otros.

Tuve una pésima experiencia en el proceso de adaptación de mi guagua de 6 meses en marzo del año 2019, ha pasado harto tiempo pero me costó mucho asumir y darme cuenta que lo que vivió mi guagua fue violencia, que se normalicen ciertos tratos a bebes no quiere decir que no se les esté